China comunicó unos datos de producto interior bruto, PIB, del segundo trimestre, más bajos de lo esperado y unos datos económicos de junio más suaves. Entretanto, el país inició la reunión política clave del Tercer Pleno.
Cerrando el segundo semestre, fueron publicados una serie de datos económicos decepcionantes, que provocaron la caída de sus mercados bursátiles el lunes. El índice de referencia Hang Seng cayó más de un 1% en la primera hora de negociación, tras el fuerte repunte de la semana pasada. Los inversores están preocupados por las perspectivas económicas de China en medio de la atonía de la demanda interna, la crisis inmobiliaria y la escalada de las tensiones geopolíticas.
Ante las cifras, el país ha iniciado su reunión política, el Tercer Pleno, en el que se espera que se introduzcan reformas políticas encaminadas a afrontar los retos de crecimiento de la segunda economía mundial. Las políticas clave pueden abarcar las finanzas públicas, la reforma fiscal, el avance tecnológico y la inversión extranjera.
Según la Oficina Nacional La recuperación económica de China se tambalea de Estadística de China, su PIB creció un 4,7% en el segundo trimestre, a ritmo anualizado, mucho más débil que el 5,1% estimado, y por debajo del 5,3% del primer trimestre. Esto hace dudar de que el país pueda alcanzar su objetivo de crecimiento del 5% fijado para 2024, lo que convierte la reunión del Tercer Pleno del Partido Comunista, que se celebra del lunes al jueves, en un acontecimiento crítico para los mercados mundiales.
Además, el mercado inmobiliario, con problemas desde hace tiempo, siguió sufriendo presiones, y los precios de la vivienda nueva cayeron en junio un 4,5% respecto al año anterior, marcando el nivel más bajo desde junio de 2015. Este descenso fue más pronunciado que la disminución del 3,9% observada en el mes anterior, y representa la caída más pronunciada en nueve años.
Por otra parte, las ventas minoristas de China aumentaron un 2% interanual en junio, por debajo del aumento esperado del 3,3%, y por debajo del 3,7% registrado en mayo. Como dato positivo, la producción industrial aumentó en junio un 5,3% respecto al año anterior, superando el 5,1% previsto, pero desacelerando desde el 5,6% de mayo. La inversión en activos fijos en China aumentó un 3,9% en el primer semestre, ligeramente por debajo del 4% del mes anterior.
La nación asiática lleva experimentando una ralentización del crecimiento económico desde 2021, cuando el país aplicó estrictas restricciones debido a la pandemia de COVID-19. La recuperación posterior al coronavirus se ha considerado vacilante, con una débil demanda de consumo que ha contribuido a las presiones deflacionistas entre agosto de 2023 y principios de este año, junto con la escalada de las tensiones entre Estados Unidos y China, y la actual crisis inmobiliaria.